sábado, 1 de marzo de 2014

Un modelo para innovar










Un modelo para innovar    

    
(Síntesis de Jesús Martín y Manu Sánchez)

El ser humano, en su origen primigenio, tenía escasez, vivía en una necesidad constante, sobrevivía en su aspecto más animal. La escasez le obligo a un constante pensar, el entorno era demasiado agresivo y cambiante hasta el punto de no controlarlo y sucumbía constantemente a sus amenazas. Para sobrevivir, una única solución, tuvo que innovar.
Por un lado, individualmente, buscándose sus herramientas, sus ropajes, conservando el fuego, reproduciéndolo, etc. y por otro lado, presionado por el medio ambiente y viendo que sus innovaciones no eran suficientes, aprendieron a asociarse. Eligieron un sistema donde todos eran válidos y sobretodo aprendieron que juntos tenían más posibilidades de sobrevivir, de pensar en un mañana, de sembrar y esperar. De la escasez, de la necesidad, surgió la innovación en todos los aspectos.
Traspasado al mundo de hoy, particularmente a las empresas, vemos que la innovación surge para superar los obstáculos, siendo más probable que surja con un estilo de dirección adecuado, donde no solo hay que sobrevivir o gestionar los días, sino pensar en el mañana, planificando, pensando antes de actuar, uniendo acción y dirección. Planificar no a corto plazo, no solo para el ahora; sino planificar pensando que es la mejor manera de actuar. Establecer objetivos y planificar las acciones para conseguir resultados. 
El directivo tiene que dotar a la empresa de un ambiente donde las y los trabajadores tengan voz, participen (con ciertos grados de implicación), en la toma de decisiones y sobre todo, se consideren importantes y parte del proyecto. 
El conocimiento del mercado, del entorno, se busca y encuentra en el contacto con el cliente. Es el nexo de unión de la empresa y el entorno. Proporcionando el cliente un conocimiento más allá del producto. Para esto, se hace necesario conocer y entender el entorno; que es cambiante y, dotar al sistema (empresa) de una flexibilidad que le permita superar los obstáculos con mayor normalidad, sin traumas. Y en este clima empresarial, dinámico, flexible, donde se potencia el capital humano, es más fácil que se impulsen procesos de innovación, de progreso.